Robots… ¿contra humanos?
Cara a cara mejor que “pantalla contra pantalla”
O, con otras palabras, “Digital versus Analógico”. Echando un vistazo a la prensa, en este caso digital, nos encontramos con un artículo… (aquí debo aclarar que dan igual tanto la autoría como el medio, pues solo se trata de extraer el tema en sí, pero por si alguien tiene curiosidad, ahí va el enlace)
https://www.elmundo.es/papel/historias/2019/03/28/5c9ba165fdddffee7d8b45b1.html
…en el que se afirmaba que “La fórmula ‘pizarra + mesas alineadas + lección magistral’ se ha quedado obsoleta. En la era de la información ‘googleable’, los asistentes virtuales llegan a clase para preparar a los profesionales del futuro: la tarea de los profesores será enseñar a los alumnos a pensar». Y, como de opinión se trata, también quisiera expresar la mía al respecto. Para ello, me dispongo a diseccionar estas tres afirmaciones, separándolas, pues tratan conceptos bien distintos y que, en mi modesta opinión, no deberían mezclarse.
Vayamos con la primera: “La fórmula ‘pizarra + mesas alineadas + lección magistral’ se ha quedado obsoleta”. Tiremos de cifras, que tanto gustan; según el Ministerio de Educación y Formación Profesional, durante el curso 2017/18, en España habían matriculados 8.158.605 estudiantes en enseñanzas de régimen general no universitarias y 1.291.144 de universitarios. Sin menoscabo de la introducción de las nuevas tecnologías en el aula -de las que, por mi cometido laboral, soy defensor y entusiasta-, me resulta aventurado afirmar que la fórmula ha quedado obsoleta. Una cosa son los deseos y otra la realidad. Nuestro país no es Estonia, por poner un ejemplo de sociedad integrada en el mundo digital, donde los ciudadanos la posibilidad de realizar cualquier trámite vía online, sea bancario, gubernamental, para pedir autorización para un evento público o permisos sanitarios, incluso la firma digital tiene el mismo valor que la manuscrita. Y no somos ellos por diversos motivos, entre ellos el número de habitantes (46 millones frente a 1’3), lo que necesariamente lo complica todo un poco; pero tampoco estamos tan mal respecto de otros países, tecnológicamente hablando. Si nos ceñimos al ambiro de la educación, puedo hablar de primera mano que las diferencias son mínimas entre ambos países, ya que no solo pude visitar, en 2017, un Centro puntero de Formación Profesional de aquel país (https://www.hkhk.edu.ee/en/), sino que durante una semana estuvimos compartiendo experiencias y conociendo su metodología gracias a un proyecto Erasmus + (https://institutointer.com/job-shadowing-del-programa-erasmus-a-estonia/) y puedo asegurar que la docencia presencial sigue teniendo un peso más que considerable.
No parece que los robots vayan a sustituirnos; más bien la tecnología se va integrando en nuestras vidas. En Ultimátum a la Tierra la máquina sigue siendo una herramienta, muy útil, para el hombre de una civilización más avanzada que la nuestra, pero su apariencia humana no lo convierte en un compañero.
“The day the Earth stood still” de Robert Wise, EE.UU., 1951, 20th Century Fox.
Pero no solo eso: la Educación no está solo hecha de pupitres… ¿Qué hay de los talleres, los laboratorios, etc.? Instituto INTER tiene un lema: “Aprender Practicando”. Estamos orgullosos de nuestras instalaciones donde los alumnos, además de aprender a manejar las herramientas y utensilios de las distintas especialidades, adquieren las destrezas, las competencias, interactuando entre sí, y esto es fundamental, pues no olvidemos que a veces se aprende más de los compañeros que de cualquier otra cosa. ¿Quiere esto decir que haya que dejar de lado las TICs en la enseñanza? La respuesta, aunque innecesaria por obvia, hay que plasmarla: no.
Pasemos pues a la 2ª afirmación: “En la era de la información ‘googleable’, los asistentes virtuales llegan a clase para preparar a los profesionales del futuro”. Leyendo esto, uno podría llegar fácilmente a dos conclusiones, desde mi punto de vista, erróneas. Una: cuando hablamos de era de la información, sin querer, desdeñamos todo lo anterior a internet. Lo que a ocurrido es que ahora -siempre que tengas un dispositivo para ello y conexión- tenemos acceso a la información… más rápido. Pero eso no significa que antes de la era digital no tuviéramos acceso a la información, solo que era más costoso. Y no entremos en la “calidad de la información”, la lacra de las noticias falsas está modificando gobiernos y relaciones internacionales, nada que deba tomarse a la ligera.
Y dos: podría pensarse que el asistente, al adjetivarlo de virtual, pudiera ser un software o robot, cuando se trata de un ‘profe’, eso sí, en la distancia. Luego el factor humano resulta imprescindible. ¿Significa esto que no debamos estudiar a distancia? La formación a distancia dio paso a la teleformación, para alegría y alivio de todos aquellos que, por los motivos que sean, estudian desde sus hogares, brindándoles la oportunidad obtener una formación de forma amena, interactiva y actualizada. Y, sin embargo, a determinadas edades, principalmente niños y adolescentes, deben interactuar entre ellos, las personas necesitamos, y necesitaremos, el calor humano, no el frío metálico de una máquina, por muy bien que nos la pinten.
Seguramente, en un futuro próximo, la Historia se dividirá en A.I. y D.I. (Antes y Después de Internet). Aquí vemos el aspecto de unos ciudadanos cualesquiera, A.I. y D.I. (de momento es una broma, esperemos que las nuevas generaciones no acaben creyéndolo).
En cuanto a la 3ª idea del enunciado inicial: “La tarea de los profesores será enseñar a los alumnos a pensar» no deja de sorprenderme. O, dicho de otro modo, los que nacimos antes que internet no sabemos pensar (desde luego, algunos no, para qué nos vamos a engañar). Entendemos claramente a qué hace referencia, a no soltar un tostón (permitidme que siga con mis analogías exageradas, me sirven para ayudar a visualizar con más claridad mis ideas) a vomitar idea tras idea, concepto tras concepto hasta acabar con un alumnado aburrido y, lo peor de todo, desmotivado.
Bueno ¿qué puedo decir al respecto? Siempre ha habido profesores que, como otros profesionales, no lo han sido por vocación y que han torturado al respetable sin ninguna contemplación. Esto es así, pero de ahí a creer que hasta ahora no nos han enseñado a pensar hay un mundo. Desdeñar la adquisición de conocimientos porque “la información está ahí” es un grave error que ya está acarreando consecuencias en esta nuestra sociedad global (una vez más, a las “fake news” me remito). La persona culta tiene de por sí las herramientas que le permiten discernir qué es verdadero frente a las mentiras y a la vez, qué es lo correcto frente a las acciones deshonestas. Tener una base sólida es lo que te permite saber pensar, una casa vacía es solo fachada. Igual que hay que machacarse en el gimnasio para ponerse cachitas, el hábito de estudiar ejercita la mente. A veces lo damos todo tan mascado que hacemos a las personas tontas.
La solución a todo suele estar en el término medio. La conclusión, a estas alturas más que evidente, es que ambos sistemas pueden, y deben, más que convivir, integrarse en un todo que facilite la formación de las personas, pues ese es, y debe seguir siéndolo, el fin a conseguir, más allá del tipo de herramienta que utilicemos para alcanzarlo.
Artículo elaborado por A. Clares, Departamento de Comunicación