¿Te atrae, pero a la vez se te hace cuesta arriba, volver a estudiar a partir de cierta edad?
«Mi mayor aspiración es cambiar de trabajo. O mejorar en el que ya tengo.»
Esta es una de las principales aspiraciones de aquellas personas que, con una edad que va de los 30 años en adelante, quieren cambiar su situación laboral. Vamos a tratar de ayudarte, con las herramientas adecuadas, para que afrontes con seguridad cualquier duda que te asalte o cualquier escollo que dificulte alcanzar tus objetivos.
¿De dónde surge la necesidad de mejorar?
La necesidad de mejorar es una aspiración legítima que todo deberíamos tener. Como bien sabes, cada persona es un mundo, por lo que son muy variadas las motivaciones que nos mueven a cada uno de nosotros: 1. No estás a gusto donde trabajas.
Esto puede deberse a varios factores: estas ejerciendo una labor desagradable, incluso peligrosa; horarios que te impiden conciliar la vida personal con el trabajo; problemas con tus compañeros o superiores; sueldo muy bajo; necesidad de reconocimiento o prestigio…. 2. No te sientes pleno con la actividad que desarrollas.
El trabajo nos ocupa, generalmente, un tercio del día. O más. ¿No deberíamos ser más o menos felices durante ese tiempo? El trabajo no solo debería ser una fuente de ingresos, también debería llenarnos. El secreto está en dedicarte a lo que te gusta. 3. Necesitas avanzar.
La mayoría de las personas queremos progresar, ya sea en nuestras relaciones personales, a veces en cuestiones de salud, o en cualquier otro aspecto que podamos imaginar. También, es verdad, hay gente a la que todo le da igual; son aquellas personas que se suelen agarrar al «¿Y para qué?», al «Virgencita, virgencita, que me quede como estoy» o al «¡A mis años!», y un largo etcétera de escusas. Desde luego, esta no es la actitud adecuada. 4. Aumento de los ingresos.
En nuestra sociedad el dinero es una necesidad, no un capricho. No llegar a fin de mes es un motivo muy poderoso para aspirar a cambiar de trabajo, o para optar a una mejora económica en el que ya tenemos.
¿Por dónde pasa la solución?
La solución, ¡sorpresa!, depende de ti. Y de tu formación. Cuanto mayor es tu formación, mejor preparado estás para conseguir tus objetivos.Para ello, tu formación debe responder a esta necesidad; de nada te servirá tener un Máster en Política Internacional, por ejemplo, si lo que quieres es trabajar cuidando personas mayores, ya me entiendes. Ante todo:
«Debes tener claro adónde te diriges antes de emprender el camino.»
Una vez sabes lo que quieres para tu futuro laboral, es muy fácil escoger la Formación Profesional que te va a encauzar hacia él. Pero para llegar a ese destino, primero debemos disipar las dudas que te puedan surgir.
1. Soy muy mayor.
La edad es, precisamente, el menor de tus inconvenientes. La experiencia te proporciona una ventaja sobre el resto. Además, es posible que, a la hora de realizar las prácticas en empresas, prefieran personas de cierta edad que inspiren confianza y seriedad frente a otro tipo de perfiles.
Alumnos de Instituto INTER
Puede que te avergüence estar con gente más joven. Los prejuicios son barreras absurdas que nos frenan. Desarrollar una actividad con jóvenes te «pone al día» y saca tu yo interior más entusiasta; te revitaliza. Además, te sorprenderás cuando conozcas la cantidad de personas que no hicieron caso de esta nefasta idea y están formándose pasados los 30, 40, 50… Cuando te decides a hacer algo, conoces gente con tus mismas inquietudes, pues han pensado lo mismo que tú.
2. He perdido los hábitos de estudio.
Estudiar un Curso para aprender una profesión, o para especializarse, es más fácil que nunca. Con los nuevos medios (incluidas las TICs), y siendo unos estudios eminentemente prácticos, te resultará muy cómodo formarte. Y piensa que hacer algo que te gusta lo simplifica todo.
Pero aún hay más: te ofrecemos la Enseñanza Garantizada; es decir, si al finalizar el curso no alcanzas el nivel requerido, y tus profesores así lo aconsejan, podrás repetirlo sin coste adicional.
3. No tengo tiempo.
Paradójicamente, tiempo es lo único que tenemos. La clave está en cuál es el uso que hacemos de él. Formarse es una inversión, no un gasto: el tiempo que inviertas en estudiar redundará en tu propio beneficio.
Cuando te paras a reflexionar sobre el tiempo que diariamente le dedicas a las redes sociales o a la televisión, a veces incluso sacrificando horas de sueño, te das cuenta de la mala gestión que solemos hacer de este recurso tan valioso. Debemos, pues, aprovechar nuestro tiempo.
4. Tengo poco dinero.
O no dispongo de recursos económicos para estudiar. Ya lo hemos dicho:
«Formarse es una inversión, no un gasto»
No es como gastar en la bolsa o en juegos de azar, que nunca sabes cómo va a resultar; el dinero que hoy inviertas en tu formación se materializará en la obtención de ese empleo o puesto al que aspiras. En Instituto INTER te ofrecemoscuotas al alcance de cualquier economía. Solo tienes que preguntarnos y te informaremos de todo sin ningún compromiso por tu parte.
Entonces… ¿qué debo estudiar?
Descubre las posibilidades que te ofrecemos en Instituto INTER:
Cursos Prácticos para Aprender una Profesión.
Ciclos Formativos Grados Medio y Superior.
Cursos Prácticos para Especializarse.
Certificados de Profesionalidad.
Carnés de Industria…
¿Quieres conocer las características de cada uno de ellos? En el siguiente artículo te los explicamos con claridad para que puedas escoger según tus necesidades formativas.