Nuestro perfil digital
En la actualidad, todos utilizamos en mayor o menor medida las redes sociales. En algunos casos para compartir vídeos, fotos u opiniones y prácticamente siempre para socializar e interactuar con otras personas. Pero debemos tener en cuenta que lo que estamos creando, sin ser conscientes, es un “perfil digital”.
Esta huella que dejamos en redes como Facebook, Instagram, Linkedin o Twitter ofrece una gran información sobre conductas, aficiones o forma de pensar a la que una empresa, que está haciendo una selección de candidatos para cubrir una vacante de empleo, tiene acceso la mayoría de las veces.
Según un informe realizado por Adecco, el 86% de las empresas en España, cuando han de hacer una selección de personal, investiga la actividad de los candidatos en las redes sociales y el 31% de las empresas ha rechazado a alguno de ellos, al haber visto algo en las redes del mismo que no se adecuaba al estilo de la empresa.
Las redes sociales más consultadas por los reclutadores son Facebook con un 61´5% de interés, LinkedIn con un 60% y Twitter con un 35´3%.
Cuando hacemos nuestra primera inmersión en el ámbito profesional, debemos comprobar que nuestro perfil no ofrece una imagen equivocada o que se pueda malinterpretar sobre nuestra forma de ser o de actuar.
Lo primero que debemos mirar es nuestra foto de perfil. Si consideramos que el entorno o situación en la que está tomada, puede dar cierta información equivocada, es recomendable sustituirla ya que, al entrar en nuestra red, es lo primero que se ve. Posteriormente, es aconsejable eliminar cualquier huella de opiniones sobre temas controvertidos como política o religión, ya que puedan ser peyorativo para la persona que realiza la selección o no ser conforme con la política de la compañía.
También tenemos la opción de potenciar aquellos aspectos que consideramos positivos y adecuados para el puesto al que aspiramos. Nuestra pertenencia a alguna asociación, nuestra participación en cierto tipo de actividades, etc pueden ofrecer una imagen muy adecuada de nuestra personalidad.
Pensemos que, en igualdad de condiciones, el candidato que mejor uso haga de sus redes sociales será el más adecuado para el seleccionador.
Artículo escrito por Paloma Martínez