NUESTRA IDENTIDAD CULTURAL
Los alumnos de primero CFGS Educación infantil hemos visitado el museo de L’ETNO ( Museu Valencia d’Etnologia ) ya que estamos estudiando la importancia de la comunicación y lo que significa la cultura en nuestra identidad.
La cultura es aquella que nos hace sentir pertenecientes a un lugar, nos da una identidad tanto personal como colectiva. Tener sentido de pertenencia nos ayuda en el desarrollo y bienestar de cada uno, desde que nacemos. Cuando pertenecemos a una cultura, sin darnos cuenta nos vamos haciendo a ella, es decir; nos ajustamos cada día a realizar actividades, a vestirnos de ciertas formas, a comunicarnos con expresiones únicas de la cultura, a participar en fiestas típicas e incluso a comer alimentos que se cocinan tradicionalmente de una forma en específico. No importan los años que pasen, la cultura tiene su esencia y siempre está presente en nuestras ciudades, pueblos, hogares y por supuesto en cada uno de nosotros.
El Museo es asombroso; nos muestra el antes y el después de muchas de las tradiciones, lugares, la decoración de las casas, la evolución del transporte, los juguetes que se usaban antiguamente y muchas cosas más de la cultura valenciana.
L’ETNO (Museo Valenciano de Etnología), se encuentra en Valencia, cerca de la parada del metro del Turia, en la calle de la Corona, 36. Fue creado en 1982 y abrió sus puertas en 1983.
El museo está dentro del edificio de la Beneficencia, que se empezó a construir en 1841 y acabó en 1876 por Joaquín María Belda. Desde 1876 hasta 1982 se utilizó como un centro de educación de niños menores, huérfanos o abandonados, o que las autoridades han separado de los progenitores (Orfanato) y en 1995 se convirtió en el Centro Cultural la Beneficencia.
En la exposición permanente de L’ETNO, No es fácil ser valenciano/na nos proponen reflexionar alrededor de estas cuestiones tomando como referente nuestra sociedad valenciana, desde el fin del mundo preindustrial hasta nuestros días.
Hay diferentes tipos de salas con distintas tematizaciones y van por años, como por ejemplo de los años 65, 80….
En general, el museo muestra diferentes elementos de épocas de Valencia e incluso algunas siguen vigentes en la actualidad (por ejemplo, la paella).
El museo muestra 3 temas:
1.- La Ciudad, donde se plantean cuestiones que tienen que ver con la tensión entre lo global y lo local.
2- Las Huertas y los Marjales, donde se habla de algunos estereotipos alrededor de la cultura Valenciana
3- El Secano y la Montaña, donde se hace referencia a temas poco conocidos de las tierras del interior valenciano.
En esta primera sala pudimos encontrar representada la antigua ciudad valenciana.
Al entrar a la sala pudimos apreciar diferentes objetos de la época tradicional, como por ejemplo instrumentos musicales, utensilios de cocina, antiguos pupitres de las escuelas, antiguos útiles utilizados por la sanidad, etc. Al continuar explorando el museo pudimos encontrar también diferentes señales de seguridad vial y advertencias que estaban situadas en una pared que las hacia destacar y poder apreciar bien que advertían.
En relación con las antiguas viviendas observamos la representación de los dormitorios tradicionales, como estaban organizados y para que se hacía uso. A día de hoy ya no se tiene la misma tendencia a decorar como antiguamente y las pocas viviendas tradicionales que quedan las podemos encontrar en el centro histórico y se suelen utilizar con un fin turístico.
También presenciamos diferentes tipos de medios de transporte, mostrando la evolución del transporte, desde un carro llevado por caballo que evoluciona a un coche 600, el cual a raíz de la contaminación nos ha llevado a utilizar frecuentemente el transporte público (bus, metro, tranvía…) y el alquiler de bicicletas que a día de hoy podemos encontrar en varias zonas estratégicas de la ciudad. Además, encontramos una maqueta de la Estación del Norte que nos hizo visualizar lo bien que conservamos la antigua estación, que se sigue utilizando para trayectos realizados con “Cercanías” (trenes de corto trayecto), a pesar de la creación de la Estación Joaquín Sorolla que es más reciente.
Antes de pasar a otra sala nos encontramos con una escultura que representaba a una mujer durmiendo en un banco lo cual nos podría dar a entender la gran diferencia que se produce entre la riqueza y la pobreza en la ciudad.
Por otro lado, podemos localizar una variedad de monumentos que representan la cultura Valenciana. Destacando, a través de figuras las fiestas típicas de las tres grandes provincias de Castellón, Valencia y Alicante, las cuales encontramos en el museo representadas a través de muñecas de souvenirs.
La primera simboliza a la “fiesta de la Magdalena“ de Castellón. La segunda trata de una fallera que, por lo tanto, simboliza las fallas y la última representa la figura de la fiesta de Alicante llamada “Bellea del Foc”. Todas estas forman parte de un ideario, es decir, que forman parte de lo que pensamos sobre estas comarcas.
Asimismo, hemos encontrado también otro elemento histórico denominado “La Huerta”, un espacio paradisíaco que sería la esencia de la identidad valenciana, con unas normas especiales de utilización del agua eficaces para su cultivo.
Consiguiente a esto, está la zona de interior, la cual se caracteriza por lo agrícola en general. Una vez entras a la sala, puedes ver el techo y suelo de madera o piedra, además, también hay una gran cantidad de herramientas respecto a este mundo; carruajes de madera para transportar la mercancía, hoces, rastrillos… Otra cosa que también es impactante, es ver la ropa y cartas de las mujeres que trabajaban de sirvientas, cuidadoras o puestos de ese ámbito como fruto de la migración del campo a las grandes ciudades, anhelando una mejor oportunidad de vida.
Gracias a esto podemos darnos cuenta de que, en esa época, gran parte de la sociedad pensaba que la gente del interior o «pueblerina», se trataba de gente de segunda clase, ya que ellos no tenían el estilo de vida que había en las ciudades. Esto desencadenó a la migración del campo a la ciudad, acostumbrando a darle a estas personas los trabajos y estilos de vida más precarios.
En relación al tema, el museo nos ha dado la oportunidad de comprender que la identidad cultural es algo que se forma de manera inconsciente y teniendo en cuenta muchos aspectos como la localización geográfica, la forma de la vivienda, la industria y los sectores de producción, los medios de comunicación y transporte, etc. Todo esto nos define como personas y nos acostumbra a un estilo de vida que adoptamos y asumimos como nuestro de manera natural e inconsciente. También hemos observado que parte de la cultura ha ido desapareciendo en pro de elementos más comercializables con el estallido del turismo y de la globalización, que «unifica» las culturas y borra parte de la autenticidad de cada una, lo que hace difícil mantener una identidad cultural y propia de cada región.
Es por esto que hemos confirmado que las escuelas infantiles forman parte de estos elementos «culturizadores» y que por tanto desde estas se tiene que hacer un esfuerzo por mantener estas tradiciones y estilos de vida que se consideran cultura, mostrando no solo lo que es de la ciudad o del pueblo en el que esté ubicada, sino también la de otros lugares, ya sean de la Comunidad Autónoma, país, continente o del mundo en general. De esta manera no solo se aprende tolerancia y respeto a otras culturas y sus costumbres, sino que también se define mejor la Identidad cultural propia por el contraste con las otras.
Como conclusión, hemos podido comprobar que la cultura es parte de nuestra identidad, y que además esta se constituye de muchas otras culturas y lugares, es decir, gracias a esta nos damos cuenta de que el mundo es un pañuelo y todos estamos interrelacionados.
Si no perteneciéramos a ninguna cultura, nos sentiríamos perdidos y, por lo tanto, careceríamos de sentido de pertenencia, familiaridad y autonomía, además, nuestro desarrollo no sería el correcto ya que necesitamos relacionarnos, socializar y nutrirnos de la gente y la cultura que nos rodea.
Como valoración final de la visita al museo L’ETNO, podemos decir que lo que más nos ha gustado fue descubrir la cantidad de historia que existe detrás de la Valencia que actualmente conocemos, ya que cosas, objetos y escenarios que vimos como por ejemplo las cabinas de teléfono, la mercería que había representada, el 600 que pudimos ver o los utensilios de cocina que había, a nosotros se nos pueden hacer un tanto extraños ya que no los hemos conocido como tal, sino que nos hemos criado con un modelo actual y más moderno.
Finalmente nos gustaría comentar que ha sido una salida muy enriquecedora culturalmente y podríamos decir que nos ha concienciado un poco más sobre nuestra identidad cultural, la cual está siempre en continua evolución y pudimos ver cosas que existían y ahora ya no están o que han evolucionado y nosotros conocemos el modelo actualizado.
Escrito por l@s alumn@s de 1º CFGS Educación Infantil