La Neuroeducación o neurodidáctica, es una disciplina reciente, que surge como puente entre la neurobiología y las ciencias de la educación, en la que la psicología educativa tiene un papel clave.
Se trata de un proyecto de desarrollo científico en el que se quieren aunar los nuevos descubrimientos acerca de cómo funciona el cerebro, con lo que ya se sabe acerca de los procesos educativos. Lo que durante muchos años, pedagogos, profesores y maestros han afirmado desde la intuición, ahora puede confirmarse desde la neurología.
Josep Arregui durante las jornadas
La neurodidáctica toma pues, el conocimiento de las estructuras y funciones cerebrales de la neurociencia, las estrategias de aprendizaje aportadas por la pedagogía y las conductas y procesos mentales descritos por la psicología, para mejorar y facilitar el aprendizaje en el aula.
Siendo el nuestro un centro de Formación Profesional, nos ha interesado saber cómo podía beneficiar a nuestro alumnado y futuros profesionales esta disciplina emergente, y la respuesta la hemos encontrado tras las Jornadas de Neuroeducación, de la mano de Josep Arregui.
Este psicólogo, formador en centros educativos y en empresas, en el ámbito de la inteligencia emocional, ha tenido la oportunidad de identificar aquellos indicadores que hacen que las organizaciones no sólo consigan la supervivencia, sino el éxito empresarial y cuales son las competencias profesionales y personales que necesitan sus trabajadores y nos dice:
«Invertir en formación es caro, no invertir es carísimo. Mis objetivos pasan por intervenir en organizaciones educativas e industriales para formar a profesionales en competencias definitorias del éxito profesional. Muchas de ellas de contenido emocional, que permitan conseguir un equilibrio en las personas, y a la vez contribuyan a la supervivencia empresarial.”
La Neurodidáctica puede aportarnos varios premisas básicas para mejorar estas competencias en nuestros alumnos de todas las edades, y que se basan, según nos explicaron los ponentes de estas jornadas en:
CEREBRO EMOCIONAL: Son las experiencias emocionales las que mejor nos ayuda a recordar lo que hemos aprendido, y el estrés lo que menos nos favorece el aprendizaje. Por tanto emocionemos a tos estudiantes.
ATENCIÓN: es la puerta de entrada del aprendizaje, y cada individuo tiene sus propios sistemas atencionales, creados en base a sus experiencias previas. Por ello, capta su atención con cosas que les interesan.
FUNCIONES EJECUTIVAS: planificar, guiar, organizar, regular el comportamiento y conseguir los objetivos propuestos son las habilidades más importantes demandadas en el mundo laboral actual.
MENTALIDAD DE CRECIMIENTO: En las organizaciones y empresas importa más la capacidad y motivación por seguir aprendiendo, creciendo y mejorando, que el currículo académico de los aspirantes al puesto laboral.
PLASTICIDAD NEURONAL: La plasticidad es una ventana abierta a la esperanza, porque nos explica que lo que no podemos aprender a una edad lo podemos hacer en otra, puesto que el cerebro madura, en mayor o menor medida, en todas las etapas vitales Se puede aprender a lo largo de toda la vida.
Otra forma de aprender es posible, donde los conocimientos académicos pueden enriquecerse con la autogestión emocional. Y esto lo logramos con ciertas claves metodológicas, cómo trabajar en equipos cooperativos que estén bien pensados y cediéndoles protagonismo en el aula. El alumnado es el verdadero protagonista de su aprendizaje, y podemos encender su pasión por aprender mediante la sorpresa, usando diferentes metodologías en el aula.
En Instituto INTER ya hemos utilizado varias de estas premisas, desde la intuición docente de muchos años de experiencia, y haciendo gala de nuestro lema “Aprender practicando”. Pero ahora lo hacemos desde un mejor conocimiento del funcionamiento cerebral, basado en la últimas investigaciones, y huyendo de los mitos de la neurociencia y las falsas creencias.
Sabemos que lo verdaderamente importante es conseguir en nuestro alumnado:
que tenga pasión por aprender y seguir aprendiendo.
que sepan que son diferentes y con un cerebro único,
que descubran en qué pueden brillar, y ser valorados individualmente,
que sepan que sus profesores los vamos a acompañar y guiar en su proceso de aprendizaje, como potenciadores y no como jueces.
Como centro docente de Formación Profesional, trabajamos para transmitir un estado emocional positivo y una actitud personal que potencie la pasión y el entusiasmo en nuestro alumnado, independientemente de su edad y sus circunstancias. Ya que sabemos que son claves para que encaren con ilusión su futuro académico y profesional, pero también para su maduración personal, lo que conjuntamente les abrirá las puertas al éxito en todos los ámbitos de la vida.